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sábado, 27 de noviembre de 2010

Ducati monster 600 de 1994



Ducati monster 600 del 94

Buenas



Aunque vetadas de siempre en casa, las motos me atraían de forma especial. Mi madre me dejó claro cuando fui capaz de asimilar este tipo de mensajes que nunca participaría en la compra de uno de estos diabólicos aparatos. Mi padre era un gran aficionado al automovilismo, las revistas "automovil" se amontonaban por casa, guardadas por mi madre desde 1971, fecha en que falleció mi progenitor. En algún rincón de mi esperanza, siempre pensé que mi padre me hubiese permitido ir en moto, ya se sabe que el toxicómano siempre suele ser politoxicómano...



Veinte años después de la muerte de mi padre, y en un catálogo de motociclismo reparé en una marca italiana llamada DUCATI cuyas obras de arte con ruedas eran más dignas de un museo que de las carreteras europeas. Por aquel entonces no existía internet y la información llegaba al motorista a través de las manoseadas revistas o viendo lo que circulaba por la calle, plagada por cierto de motos japonesas.



La fama de falta de fiabilidad y de fragilidad de estas italianas, alimentada por los ejemplares salidos de la filial española de la marca Mototrans convertía su compra en un reto, sobre todo para un jóven estudiante sin ingresos recién terminada la carrera de Derecho.





Mientras comenzaba a trabajar como jurista, y a duras penas ganaba cuatro duros, mi cabeza no podía apartar la imagen de aquella Monster 900 que no se parecía a nada de lo visto hasta el momento, algo fresco, nuevo, deportivo, bestial... En esos días una insípida Honda 250 me llevaba a trabajar, era la primera moto grande después de la vespa. Después vendría una CBR600 de ocasión denominada en la época Benetton por los colores del carenado. La moto era estresante en su conducción, sólo iba a altas vueltas, chillona como pocas, etc...









Para colmo en un viaje por los pirineos con la CBR, en Biarritz vimos aparcada una monter 900 suiza junto a otra preciosa 851, era la primera vez que la veía y mi mujer -entonces novia- tuvo que sacarme de allí con desatascador... (foto adjunta)





En Valencia ciudad sólo había una monster circulando de forma asidua, era una 600 roja del novio de la vendedora de Bimova (entonces concesionario oficial bajo la importación de Bordoy) y cada vez que la veía ya no me la quitaba de la cabeza en un par de semanas.



Cuando pude reuní algo de dinero y a pesar de quedarme sin ahorros, compré la inolvidable monster 600 de 1994. Mi entonces novia y yo nos fuimos a por ella a Castellón, cuando por fín pude subirme encima caí en una especie de trance del que creo que no me he recuperado todavía, casi veinte años después...



La moto entregaba 53 cv, casi la mitad que mi CBR 600, pero tenía algo que me enamoraba, era ligera, estable, frenaba bien y no podía ser más bella. Pronto la CBR fue vendida para recuperarnos un poco y el proceso de customización comenzó con unas escapes abiertos, un kit dinojet, un filtro KN y algún detalle más. En esa época no existía Ducati Performance, sólo Gio.ca.moto ofrecía algunas piezas aftermarket, al igual que Ferracci o Roadracing.



Mi moto:





Saludos

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